Ayer iba andando por las calles de mi nuevo barrio, buscando una Clínica Veterinaria para mis gatos.
Justo al lado de la Clínica Veterniaria, había un Schlecker, esa cadena alemana de droguerías y detododunpocosegúnlatemporadadelaño, y decidimos entrar ya que hacía falta comprar algunas cosas.
Ya en la caja, descubrí (es una manera de hablar, ya que el descubrimiento en sí era una caja de grandes dimensisones que se veía hasta desde la calle y que cualquiera que no esté ciego y que no sea Elionor que anda despistada, vería con facilidad) una gran caja de cartón, colocada en un alarde de fe absoluta en la interrupción de la ley de la gravedad y en una fe aún más grande en el arte del equilibrio de los objetos inanimados, bien llena de tiestos con plantas.
Cómo no, me acerqué antes de pagar, y estuve revisando el género, descubriendo que en la caja había un poco de todo, por ejemplo, Nerium Oleander, un par de variedades que se llamaban Campanillas (las flores eran amarillas y rosas y la flor tenía forma de trompeta) y algunas cosas más que no alcancé a leer y que debido a mi desconociemiento sobre el tema no pude identificar, pero eran plantas trepadoras con grandes flores rojas y moradas.
Aparte de todo ello, había un par de Clematis, una de color morado, cómo la que ya tengo que está creciendo cómo una loca, y ha formado capullos que espero ver abiertos cualquier día, y otra con las flores más rosadas llamada Ville de Lyon, que en ese momento no recordaba si era de las fáciles o no, pero que compré de todas maneras, deseando que lo fuera.
Cómo estoy sin pc, no os puedo poner fotos, pero os diré que las plantas no son muy grandes pero estaban en buen estado y las venden a 1,99€.
Así que ya sabéis, no hay excusa para no tener una preciosa Clematis esta primavera.
Cómo cuidar los rosales ingleses sin cometer errores.
Hace 11 meses