Mi jardín está embaldosado, no por capricho mio, sino por que no dispongo de un pedacito de terreno junto a mi vivienda que permita a mis estresadas plantas vivir de forma natural y desahogada. Así que soy un feliz propietario de terraza, soleada, ventosa y a la cual llegan todas las clemencias e inclemencias del tiempo y de las estaciones. Así que con unas buenas dosis de paciencia, mucho ingenio, muchas ganas de aprender y poco dinero disponible. Así que hace unos años acomtí la tarea de ajardinar mi terraza. Y a base de prueba y error, creo haber conseguido un equilibrio entre lo inhóspito de una terraza y nuestras maravillosas amigas las plantas.
Tengo la terraza dividida en dos mitades, yo las llamo la parte extraña y la zona normal. Hoy os voy a presentar la zona extraña, pero solo la parte pegada a la vivienda son plantas raras, que por lo general no se encuentran en los jardines de cualquier plaza de nuestras cuidades, bien por su extrañeza, bien por su insignificancia. Pero que gracias a Lourdes que nos ha enseñado las virtudes de estas plantas yo las he conocido, reconocido, buscado e instalado en mi casa. Muchas de ellas son esquejes que ella misma me envió y que como mal alumno he perdido sus nombres. Estoy seguro que las reconocerá y me hará el favor de ponerles nombre y apellidos.
La zona normal de la terraza, es tan normal que sólo tiene rosales, que gracias a Hawai, Iolanda, Pep y todos los participantes en rosas me habéis ayudado a amarlas.
Espero no aburriros con una entrada tan larga, pero creo que os gustarán. Al menos a mi me encantan estas plantas. Vedlas con buenos ojos, son modestas pero muy interesantes.
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Muchísimas gracias por todo.
Cómo cuidar los rosales ingleses sin cometer errores.
Hace 11 meses