Jardín modernista de la casa Beltrí en Cartagena ( Murcia )

 No sé si os va a parecer larga está entrada. Os pido disculpas. Pero es que en este caso se unen jardinería y arte modernista y como ambas cosas me gustan, he hecho un montón de fotos que os quiero mostrar.

Esta es la casa Beltrí vista desde la fachada. Fué conocida como el Huerto de las Bolas por los remates de bolas que tenían las verjas que la rodeaban. Construída por Victor José Beltrí en el interior de un gran jardín, para la familia de Esteban LLagostera Puntí, acaudalado comerciante catalán afincado en Cartagena. Año 1903, aunque su aspecto definitivo es de 1918.

 Que hacemos aquí? Hemos venido a comer.  Desde el año 2000 tanto la casa como el jardín son declarados monumento.

Digamos que pertenece al ayuntamiento de Cartagena, el cual recientemente  ha dado una concesión por 20 años para el establecimiento de un Restaurante en su interior. A tal fin la casa se ha restaurado por dentro. 

Y el jardín? el jardín no entra en la concesión y supongo que el ayuntamiento no tiene dinero para restaurarle y mantenerle aunque creo que hay un proyecto. Mientras tanto el jardín se deteriora y es una pena.

Un porche conrrido con marquesina, balaustrada de hierro y columnas de fundición bordea la vivienda. La parte de atrás da a una plazuela circular rodeada de bancos de azulejos cerámicos.. La decoración trencadís tan propia del arte modernista está presente tanto en el jardín como en el remate de la torre. 

( Si estás leyendo este artículo el original lo puedes encontrar en
y mucho más en nuestro blog  http://en-tu-jardin.blogspot.com/ )

Esta plazuela se abre a un paseo que nos llevará a un mirador-refugio. Me centraré sólo en la arquitectura del jardín. Como árboles dominantes pinos y palmeras. El resto del jardín bastante abandonado y apenas vi plantas que me llamaran la atención.  Nos dirigimos al refugio- mirador.

 Arriba cubierto por una marquesina se encuentra el mirador al que se accede por dos escaleras situadas a ambos lados del refugio. Parece ser que tanto desde la torre de la casa como desde el mirador se hacían señales con banderas a otra casa que la familia poseía en Cartagena.  

 El suelo del mirador se ha restaurado y desde mi punto de vista es una malisima restauración que no pega demasiado con el resto. Supongo que tanto los sofás como el suelo coordinarían con la cerámica del refugio.

 Bajamos por la escalera decorada con recortes de azulejos unidos con argamasa (trencadis).

 Abajo,  el refugio con un doble sofá-banco de azulejos que hace juego con los del mirador, con guirnaldas de rosas en la pared sobre una alfombra también de azulejos muy diferente de la del mirador.

 Salimos al jardín por la puerta con pared en bisel de la izquierda, dando la impresión de que la puerta está entornada, invitándonos a dar un paseo. 

 La finca es irregular y en el primer recodo nos encontramos este maravilloso banco cóncavo haciendo la esquina, en el que no nos podemos sentar porque han colocado la cinta prohibitiva para evitar que se siga deteriorando más.

A medio camino de este tramo, un nuevo banco nos espera.

 Y un nuevo recodo hace que esta vez el banco sea convexo. Estamos recorriendo un paseo largo, emparrado de jazmines. Una sombra aromática muy necesaria para soportar el calor estival de esta tierra.

 Tanto en el borde del paseo de jazmines como por el interior del jardín aún puede verse la vieja canalización del agua de riego.

 Abandono el paseo de jazmines porque he visto una fuente circular, rematada en copa. Me llama la atención que en la decoración del porche alternaban los paneles de azulejos florales con otros con las iniciales de los propietarios. Iniciales entrelazadas que también pueden verse en las pilastras de la base de la fuente.

 En torno a la fuente de nuevo bancos en trencadis.  He visto en uno de los caminos que salen de la fuente al fondo algo y me dirijo hacia allí.

 Es un coqueto banco tú-y-yo. Intento imaginarme como sería este jardín en vida de sus propietarios porque observo que se han debido variar los espacios. Este banco seguro que no estuvo tan pegado al jardíncillo que bordea la teja curva.


 Sigo zigzagueando y voy a parar a un banco listado en blanco y azul que se encuentra muy cercano a un pequeño estanque seco que los arbustos me impiden ver y fotografiar. Me voy convncida de que el banco era para estar al lado del estanque oyendo el rumor del agua, el canto de los pájaros y oliendo todo tipo de aromas florales. Yo me lo imagino así.

 El jardín parece que en la parte final está no sólo abandonado sino levantado. Mi acompañante se vuelve. Pero yo he oído el estridente canto de esas cotorras de color verde y pecho gris ( cotorra argentina, Myiopsitta monachus) que han invadido todo el Mediterráneo.

 Miro al cielo tratando de encontrarlas en la copa de las palmeras, pues no, se oyen más allá...sigo mirando a cielo...y me sobrsalta otro ave que canta si a eso se le llama cantar, muy cerca de mi. Sé lo que es...es un ave muy presente en mi niñez.

 Un espléndido pavo real arrastrando su maravillosa y colorida cola. Sin duda que le pega a este jardín.

Sigo mirando al cielo y por fin descubro de dónde viene el ruído tan ensordecedor de las cotorras...


 Voilá!!! en lo alto de un pino han construido su colonia. En la foto en grande se ven dos o tres en una rama y alguna colita o cabezuca verde entrando y saliendo de los nidos.

Regreso bordeando el jardín y en el extremo opuesto haciendo diagonal con el mirador refugio me encuentro con este otro mirador

Y con ésta imágen finalizo mi recorrido por este desconocido jardin, deseando de corazón que la sensibilidad del ayuntamiento cartagenero, que si en otros tiempos no fué demasiado sensible en cuanto a jardines se trataba,  ahora haya cambiado y a la mayor brevedad posible recuperen para Cartagena este magnifico espacio.

Información sobre la Casa Beltrí aquí:

Información sobre el arquitecto Víctor Beltrí y Roqueta, y su obra aquí:

Información sobre el comerciante Esteban Llagostera aquí: ( no dejéis de entrar en este enlace si os gusta el arte modernista, La maravillosa casa Llagostera de Cartagena dónde Esteban Llagostera tenía su comercio de tejidos )