Jardín de Cándido...o el sueño de una vida

Carnegia gigantea

Hoy os voy a hablar de un jardin de cactus que para mi tuvo el más especial de los encantos. Empezaba yo en el foro (infojardin) y en el mundo de los cactus. Hace ya 7  años. Yo, por razones familiares y afectivas, reparto mi vida entre Santander y Murcia. Un amigo murciano que conocía mi afición,  un día me dijo: - El mejor jardín de cactus me han dicho que lo tiene un Señor de la Palma (Campo de Cartagena)

Y allá que me fuí. Me asomé a la finca y desde la puerta grité...Apareció un señor ya mayor, muy amable que me dijo os enseñaré mi jardin (mi marido me acompañaba) pero tengo mucha prisa.

Entre la prisa del señor, los nervios y mi falta de experiencia con la digital apenas hice un puñao de fotos mediocres.

 El huerto de Cándido decía el letrero fecha? 1945 ( 60 años de pasión y disfrute)

Según el dueño era una finca de 5000 metros, yo creo que menos...La finca no tenía casa, es decir, el dueño vivía en otro lugar. Simplemente le gustaban estas plantas y decidió dar rienda suelta a su afición, en una de sus fincas que probablemente era de su padre cuando él empezó
No había cánones ni esquemas mentales preconcebidos, él encajaba las plantas en cualquier lugar, y el olivo también tenía el suyo

porque comenzó a hacer ese jardin en 1945 y cuando yo lo conocí, hace 7 años él ya tenía 77. Se llamaba Cándido y sabía un montón de cactus pero no conocía el nombre cientifico de ninguno. No le hacía falta. Las plantas eran grandes y el jardin caótico , laberintico... y su encanto era justamente ese...


El lugar destilaba pasión por el mundo de los cactus y de las suculentas que crecían a la sombra de araucarias, y todo tipo de  palmeras, un jardin de cactus muy refrescante, con una mezcla de desierto y trópico que yo nunca antes había visto...ya sabéis, lo que siempre digo, un jardín con alma.


El jardin mostraba el mismo envejecimiento que su dueño. Él se quejaba de que no lo podía cuidar y de que contrataba a personas que no tenian ni idea. En esos momentos andaba con unas obras, no recuerdo cuales.


No pude hacer las fotos, porque ya no quedaba tiempo y fue lo ultimo que me enseño...pero en el centro del jardin había una gran pileta, con agua, cubierta de esa lentejilla verde, nenúfares, pececillos de colores  y ranas y al lado un pequeño corralillo con aves exóticas; pavos reales, faisanes, periquitos, cotorras etc

 a medida que yo iba andando detrás de Cándido se me iba poniendo más y más un nudo en la garganta, me emocionaba su forma de hablar, cuánto esfuerzo, cuánta ilusión había en aquel hombre...cuanto amor por este lugar

El tenía prisa y yo no quería irme...yo me hubiera quedado a vivir allí entre cicas, cactus, capuchina,
una vieja mesa para un ejemplar magnifico de mammillaria...

Mammillaria medusoide
lugar semiabandonado...piedras, esparragueras, cicas, suculentas y cactus... ¡que maravilla de jardin!

 mezclas increíbles

He vuelto a hacer este recorrido muchas veces, a través de estas fotos y del recuerdo de aquel día y tal vez ahora siento más emoción que antes...porque ahora reconozco muchas de estas plantas...ese Aeonium a punto de florecer...entonces seguro que no lo aprecié,  el Agave americana mediapicta...


o unos magnificos ejemplares de Agave atenuatta

Agave attenuata

Una buganvilla haciendo de telón de fondo a una maravillosa euphorbia



raices, objetos de barro, viejos útiles antiguos, brocas de pozos,  etc...se mezclaban con las plantas...en una sensación de abandono, como de jardín decimonónico a los que la huella del tiempo les da esa pátina de objetos y plantas fuera de lugar, de forma que el jardín inicial se desborda ante la llegada de nuevos ejemplares y la pasión de alguien que por encima de la estética del jardín ama los cactus, los acoge y los coloca aquí y allá, los muestra y se siente orgulloso se su posesión.

 

Este era el sueño de un hombre... el sueño debería finalizar con su muerte...y tan grande era su sueño y tanto amor había puesto en él...que había dejado escrito que lo enterraran aquí... y esa era su lápida


Un jardín romántico  que refleja la locura y  el amor  por las plantas un sueño que su dueño quiere hacer eterno.

Cada jardin de cactus que visitemos, como cualquier otro jardín, será diferente. Y siempre llevará el alma de quién día a día lo construyó.
Es verdad que los cactus se prestan a un jardin zen, o a un jardín seco...pero si amas estas plantas se prestan a todo... y todos los jardines aunque sean caóticos, y rompan todos los esquemas paisajisticos, serán maravillosos si ponemos en ellos el amor y el alma que Cándido puso en este.

Londres; parques y jardines

Publicado por suculentas en venta en , ,
 En una escapada de tres días a Londres, es dificil detenerse a disfrutar de los parques y jardines de esta ciudad. Como todo turista que vuelve a Londres después de muchos años quieres abarcar en 72 horas el máximo posible sobre el conocimiento de una ciudad  que cuenta con más de 7 millones de habitantes.

Como incluir en tan poco tiempo esa gran mancha verde que se ve en el centro de la foto? Desde la vista aérea que nos proporciona la noria gigante del London Eye, en primer término Saint James park en el centro de la imágen podemos distinguir el palacio de Buckingam, y más allá la mancha verde continúa por Hyde Park. Sin duda esto es lo que distingue a Londres de otras grandes ciudades. Esa enorme extensión verde en el centro de la ciudad.

La entrada será larga en fotos, yo sí que hice muchas fotos. Procuraré ser parca en textos para no cansaros.

Y eso que  os ahorro las fotos de St James Park porque atardecía ( mala luz para fotos) cuando paseé por este parque, dicen que es la auténtica campiña inglesa...praderas con vacas y ovejas, amplio estanque...yo tengo un mal recuerdo; Me atropelló una bici, bueno yo atropellé a los ciclistas. No pasó nada sólo un rasponazo merecido  por mi parte por invadir el carril bici. Para colmo eran una pareja de jóvenes españoles...


Como ha comentado Hawai en la entrada anterior Hyde park estaba a escasos 3 minutos del hotel. El paseo a primera hora de la mañana (considerando que en mi interior yo tenía una hora más) cuando las luces se tamizan entre las sombras es algo que te inyecta un chute de estimulina para el resto de la jornada.

 Pero en Hyde Park cada momento tiene su magia . Y en cada imágen que procesas hay algo que capta tu atención, las líneas sinuosas de los parterres,

 la originalidad en la ordenación de plantas y combinación de colores,


 pero sobre todo te sorprende cómo las zonas ajardinadas se integran con los setos y árboles sin romper la continuidad del todo que es este inmenso parque.

En el todo también se incluyen los londinenses y su sentimiento y forma de disfrutar de estos lugares. Recuerdo que ya hace 30 años me sorprendió. Los parques en España, por aquel entonces eran para ver, o para pasear viendo. En Londres los parques se disfrutan sin miedo a romper el césped que es como el de mi jardín, un prao. Imité a los londinenses y  me tumbé un ratito, la hierba olía igual que la de mi casa y ya se sabe que a los españoles nos va la siesta.

 Hay algo más bucólico que esta escena? pensé en Manet y en Monet... en sus respectivos desayunos en la hierba, sólo que era la hora del té y no era La France.

 Yo también disfruté del pequeño y super coqueto jardín del palacio de Kensington situado en el extremo Oeste de Hyde Park. Ambos jardines son 310 Ha de verde.

 Y antes de salir de Hyde Park recordé que tenía que llevar una ardilla para Eli. Porque queramos o no de los ingleses tenemos que aprender su amor por la naturaleza, su respeto por los animales y su convivencia con ellos. Hasta hace poco tiempo estos pequeños animales no se veían en nuestros parques. Y tampoco las aves , me refiero a las aves que viven en el suelo.

 como las garzas. Ésta y otras muchas disfrutaban de Regent's park.

De Regent's  Park me gustó ese jardín japonés que se observa al fondo de la foto.  Y el contraste de esa paz aparente con la vida actual. No sé pero yo nunca habría atendido una llamada telefonica allí. El señor de la foto lo hace.
 Y el overbooking de aves acuáticas y no acuáticas. La presencia del agua al igual que en Hyde Park y en Saint James Park. La frondosidad de los árboles, ese ambiente fresco y relajante.
Tan relajante que colocan hamacas como si de una playa se tratara y nosotros nos preguntabamos si se alquilarían. Y sí , son de pago.

De nuevo las originales combinaciones de colores. Las líneas sinuosas y la integración con el césped y el seto.

Este año se llevan el malva y el gris....

 En Regent's perdí o gané una hora en la rosaleda de los Queen Mary's Gardens

Y hubiera perdido o ganado más si la lluvia no me saca del ensimismamiento.

 Yo creo que a la paloma la pagan. O puede ser que sea el espíritu de la persona a la que va dedicado el banco. Puro romanticismo el de este lugar.

  Y más romanticismo el del rincón de los cisnes bajo el sauce llorón.

Os dije que la entrada era larga... os regalo una rosa de Regent's Park para hacerme perdonar...


Nostalgia...

Jardinería urbana en Londres

Publicado por Cristina en



Jardín vertical en Trafalgar Sq.


Descubrir una ciudad como Londres en apenas unas líneas es casi un imposible.

Las mejores cualidades de la ciudad las resumiría diciendo que no parece una ciudad que aglutine a casi 8.000.000 de habitantes, unos 14.000.000 si consideramos el área metropolitana.

Es una ciudad vivible y agradable, comparada con otras grandes metrópolis europeas. No hay grandes avenidas, quizás con la excepción de The Mall, que tampoco es que sea nada exagerado, se ve el final ahí mismo,... pero sí nos recuerda entornos que relacionaríamos con una capital de estado. Tampoco hay grandísimos edificios que te hagan atraer la mirada (vale, el Museo de Ciencias Naturales es muy grande, pero me pareció un horror, aunque a todo el mundo le entusiasma, a mí me recuerda el estilo factory del Lloyd Wright de los primeros tiempos, pero sin su ingenio).
Hay muchas zonas tranquilas, los ciudadanos respetan escrupulosamente la distancia física, el metro parece una casita de muñecas, la sensación de seguridad es encomiable y el horario es estupendo. Además, comí muy bien. A esto, siendo española, le uniría lo que en otros países es habitual, pero no así en España: el gusto por el silencio. Los londoners se quejan del exceso de ruido. Como le comenté a nuestro amable chófer del día de llegada, un bilbaíno encantador y quejoso del barullo: tú no te acuerdas ya del ruido español jajajajajaja.

La sensación es de 'estar en casa', y como dice mi amiga Esperanza, con la que he comentado largamente el viaje porque ella ha sido londoner, es una ciudad para vivir más que para ver. En especial si, como es mi caso, te conviertes en vecina accidental/eventual del mejor borough, Sth Kensington & Chelsea, donde se percibe un nivel de vida altíiiiiiiiiiisimo, al que cualquiera nos apuntaríamos.......




Las dimensiones micro, sin embargo, se rompen cuando hablamos de los espacios verdes urbanos más clásicos, que son una reproducción a pequeña escala de la campiña de los alrededores. Para aquellos que conozcan Galicia, el paisaje visto desde la M-11 recuerda al que podemos ver yendo por la autopista desde Santiago a Coruña, pero con bastante menos arboleda. Y los parques son así: grandes extensiones verdes con caminos, ardillas, patos, cisnes y un lago artificial. Mucho carril bici, a veces también carril caballo.

Quedé con Montse, una entrañable amiga internetera, en Marble Arch, que está en uno de los extremos de Hyde Park, y nos fuimos de recorrido. Fue una experiencia muy agradable, porque hacía un día maravilloso, y la estampa era tal cual la de una película: gente tumbada al sol, niños jugando al fútbol, al cricket,...grupos montando a caballo, amables ciudadanos haciendo la ruta del colesterol (;), hay cosas que son iguales en todo el mundo occidental jajaja). Recorrimos todo, y volvimos por Park Lane, que, sin duda, es uno de los paseos más chulos que he visto en un parque público.



La parte menos llamativa fue a nivel jardineril, en el sentido de que los parterres eran muy al uso de los de cualquier parque urbano, y muy poco ingleses.





No obstante, en la rosaleda pudimos ver el único ejemplo de jardinería de concepto 100% inglés. Aunque la zona está claramente diseñada para tener su punto de máxima explosión cuando florecen las rosas, y el momento clave había pasado, al menos sí se puede percibir que es un jardín de perennes por el que los británicos son reconocidos.



Entre los rosales crecían una gran variedad de plantas: heucheras, sedums de muchos tipos, liliums (algunos ciertamente raros), stachys, salvias de hoja verde y de hoja roja, pelargonium, geranium, hostas, hemerocallis, papaver (preciosas!!!), crinum (con capullos, pero aún sin abrir), phlox, delphinium etc..

Algo también interesante desde la mano jardinera, ha sido observar la diferencia de crecimiento que existe entre mi zona y la londinense. Por poner un ejemplo, cultivo un pelargoniun precioso, A Happy Thought, que tengo que podar varias veces a lo largo de la temporada, porque se me sale, alcanza sin problemas los 70-80 cm de altura. Los Happy Thoughts londinenses estaban en varios parques, formando parterres, bien acolchados y cuidados, pero, pobriños, algo raquíticos, de apenas un palmo y medio, y eso, sin duda, es por la diferencia climática. Es un pelargonium maravilloso...... También he notado muchísimo lo que para mí es escasez de arboleda. Esperanza me dice que Hyde Park está pelado jajaja,...bueno, sí, desde nuestra perspectiva galaica, está no pelado, sino muy pelado. Pero, es normal, no hay arboleda, no es necesaria, no hay sol del que resguardarse, y, desde luego, predomina el gusto por la pradera sobre el gusto por el arbolado, y eso, sin duda, tiene su origen en el paisaje natural de los alrededores. Es lógico.


Y es tanta la influencia del paisaje natural propio, que, no por casualidad, Esperanza y yo, coincidimos en que St James es el parque más bonito de Londres. Claro, es el más frondoso, y es este estilo de vegetación al que está acostumbrada nuestra retina:




Incluso el lago de St James es como más natural. En general, en estos parques urbanos no hay plantaciones en el agua. Esperas ver ponds con sus plantitas acuáticas, y ves ponds de hormigón con patos y cisnes, pero sin plantitas, ni una triste espadaña, cala o nenúfar. La isleta central en St James disimula esto, es más frondosa. Además, es curiosísima la parada de metro, que está en el edificio oficial del London Underground.


Para mí Regent's Park fue una decepción. Quizás estaba cansada, quizás influyó que iba con expectativas altas, pero me chafó sobremanera el ver los rosales del Queen's Mary Rose Garden cultivados al estilo francés. Esto unido a que lo primero que te encuentras son unos rosales de Austin (en concreto, Molineux) podados fatalmente (mutilados) y cargados de hongos varios, hizo que me sentara en un banco a la espera de mis acompañantes. Sinceramente, ese tipo de cultivo se hace mejor en Francia.
Eso sí, hay unos setos de tejo de gran longitud, que fue lo que más me agradó del parque, con grandes extensiones de pradera y el correspondiente lago.

Encantador y precioso es mi barrio (jajaja), Kensington. Corresponde con la época de mayor esplendor británico, la Era Victoriana, y se nota que había un cierto interés por mostrar el poderío. Se ha convertido en una zona exclusiva, donde está todo el cuerpo diplomático mundial destinado en Londres, en realidad es pasear por medio mundo, de embajada en embajada.
Las casas son las típicas de Arriba y Abajo. El primer día, de camino a Victoria, pasamos por Eaton Sq., que está muy cerca de la Embajada de España, el Consulado y el Instituto Cervantes,... y recordé la serie. Hay muchos Place en la zona, pero Eaton Place, donde se desarrollaba la serie, no existe.




Creo que el Borough de Kensington & Chelsea debería obligar a los propietarios de las casas, primero, a mantenerlas bien pintadas (había alguna, que vaya-vaya), y segundo, a tener las susodichas jardineras con plantitas adornando las fachadas. Las casas que las tenían (por lo general, algunos hoteles, como el caso de la foto, o pubs, muy pocas particulares) marcaban la diferencia. Si alguien puede vivir ahí, puede permitirse eso, no entiendo como no les agrada tener las casas más monas por fuera.



En el barrio tenemos jardín, Kensington Gardens, con su correspondiente palacio, donde vivió la Reina Victoria, aunque turísticamente se conoce como la casa de Lady Di. Cuando estábamos llegando, 'aterrizó' a todo gas un grupo de recorrido turístico en bici, y las explicaciones del guía fueron ilustrativas. El jardín del palacio es tan encantador como el barrio, aunque ahora mismo está siendo remodelado y solo se puede visitar una parte. Es un híbrido entre un jardín renacentista italiano y unas plantaciones al estilo inglés.

El palacio también es encantador, un edificio precioso en un entorno merecido, y a mí me emocionó especialmente ver los objetos cotidianos de la vida victoriana, así como algunos cuadros concretos. Me chocó la escasa dimensión de las habitaciones de palacio, no por nada, sino porque hay una anécdota de la misma Victoria, publicada en varias de sus biografías, donde se queja del frío que pasaba en ese palacio. Pues no me quiero imaginar si hubiera vivido en Versalles o en el Palacio Real..........eso sí es complicado de calentar jajajajaja.



Me senté en la sala de baile, en la que unas sombras chinescas vestidas estilo Imperio bailan reflejándose en el techo al son de un minué (ya digo, todo encantador).... y me puse a calcular sus dimensiones, porque me parecía imposible que se pudieran celebrar ahí bailes de toda la corte. Me di cuenta de que, sin ser grande, no era tan pequeña, pero está dentro del gusto ingles el subdimensionar espacios. Y lo consiguen con la distribución y los elementos decorativos. Para entendernos, hacen justo lo contrario de lo que podemos esperar de Rafael Moneo, el gran especialista en abrir espacios. Sería imposible que Moneo fuera inglés.




Pero sí lo es Norman Foster, y personalmente, me ha entusiasmado su cúpula en el Museo Británico. Creo que es lo más bonito, junto con Kensington, que he visto desde el punto de vista arquitectónico.

Kensington está justo al lado de Notting Hill, un barrio de casitas con ambiente mediterráneo, que fue el lugar de asentamiento de italianos y españoles. Merece la pena darse un paseo, aunque sea corto, por la zona, que queda cerca desde el palacio. Es, en lo que pude ver, casi la única parte de Londres que conserva algo de comercio minorista peculiar. Por desgracia, la globalización nos está sacando carácter a todos. En el tema de tiendas, a mí me duele mucho ver como las tiendas de toda la vida se van cerrando, cediendo su lugar a cadenas estandarizadas.

En la City esperaba algo más emblemático del poderío de la cultura capitalista. Por supuesto, no me sorprendió el que no haya zonas verdes, eso sí es capitalista jajaja. Y hay cuatro edificios contados, con cierto estilo. Muy interesante el mini-aeropuerto, por el que pasamos el día de llegada, un sitio exclusivo para que los altos ejecutivos aterricen sin las visicitudes de los pobres mortales.
El último día, por culpa de una competición de gente a patín, dimos un exhaustivo recorrido por la City, de casi dos horas (tremendo, hubo un momento en el que pensé que Londres nos había abducido y no llegaríamos al aeropuerto). Los edificios setenteros están tan mal como los edificios setenteros de todas las ciudades europeas. Lamentable época. Creo que París ha cumplido mejor en el aspecto de la arquitectura moderna, y no volveré a decir que Madrid necesitaría más elementos que marquen la era de la Revolución Tecnológica, porque, sin duda, con todo y lo que es la City desde el punto de vista económico a nivel mundial, arquitectónicamente deja bastante que desear.

Por cierto, Esperanza, imagino que leerás esto: que sepas que para mí es un alivio que la Abadía de Westminster te parezca fea..., es complicadísimo ser la única en mostrar opiniones contrarias a la mayoría turística jajaja.

De vuelta a la realidad, recibí mi primer empujón nada más aterrizar, en la zona de tickets del parking del aeropuerto de Santiago, donde una compatriota se encargó de recordarme que, habiendo espacio de sobra alrededor, no hay nada más estupendo que jugar a los coches de choque con la única persona que tienes cerca :)))))))). Sinceramente, si estuviera una temporada larga en Londres, me costaría trabajo retomar ciertas costumbres españolas, y es esto lo mejor que da la ciudad: el estilo de vida.